Hoy en día la mayor parte de la humanidad es indiferente ante las necesidades ajenas. Mostrar amor y compasión por el prójimo se ha vuelto una excepción, en vez de una regla. No es ninguna novedad saber que el mundo entero pasa por diferentes necesidades, naturales, económicas, sociales, entre otras tantas. Y aunque hay muchas personas y organizaciones públicas y privadas a nivel mundial encargadas de minimizar tales problemas, existe también una gran parte de la humanidad indiferente a estas necesidades ajenas. La mayoría de las personas descansa en no sentirse directamente responsables de ellas. Aunque también está la otra parte, que cuanta con la intención de querer ayudar y contribuir de alguna manera, pero que se le escapa de las manos poder hacerlo, bien sea por la carencia de recursos, tiempo, entre otras cosas. Si eres de los de los que conforman la segunda parte, te cuento que no todo está perdido y puedes pasar de la intención a la acción. Haciendo del mandamiento ...
•Tocar el corazón de la mujer • Alcanzar el camino hacia la excelencia en Dios 2 Cor 4:7 • ¡Viviendo para dejar una huella!