Por Shaysiu García No hay duda de que la mujer es la más bella creación de Dios, y si no, que lo digan los hombres. Somos bellas por naturaleza, sin importar nuestra estatura, contextura o color, cada una de por sí tiene algo especial que la hace hermosa. Sin embargo; a pesar de esta verdad, siempre buscamos mejorar y tratamos de ser aún más bellas. Nos preocupamos por lucir siempre bien, estar a la moda, marcar tendencia, entre otros aspectos. Y todo eso está bien, ya que es parte de nuestra femineidad, el detalle está en que, en esa búsqueda de mejorar o querer perfeccionarnos, caemos en una competencia entre nosotras mismas, intentando superar a otras y hasta tendemos a caer en lo exagerado, pasando de lo bonito y tierno, a lo extravagante y vulgar. Así nos creemos una mentira, que mientras más retoques nos hacemos, más interesantes somos para los hombres. La sociedad y su influencia La sociedad y los medios publicitarios juegan un papel influyente en todo esto, ...
•Tocar el corazón de la mujer • Alcanzar el camino hacia la excelencia en Dios 2 Cor 4:7 • ¡Viviendo para dejar una huella!