Por Shaysiu De Molina
Cada día debemos trabajar en conquistarnos a nosotros mismos.
Lo hacemos cuando tenemos control y dominio propio de nuestros
pensamientos y emociones.
Cuando trabajamos en el fortalecimiento de nuestro carácter convirtiendo
nuestras debilidades en fortalezas.
Cuando trabajamos en el crecimiento de nuestro espíritu.
Cuando luchamos con nosotros mismos y vencemos nuestros miedos y ataques
de ego o a su vez de auto-compasión.
Cuando dejamos que sea El Espíritu Santo quien intervenga para ser
nuestro mayor ayudador.
En vano trabaja el constructor si a sí mismo no se construye
En vano trabaja el líder si a sí mismo no se lidera
En vano gobierna el rey si a sí mismo no se domina. (Prov. 16:32).
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