Estudio y enseñanza bíblica sobre: EL PODER DE LAS PALABRAS

EL PODER DE LAS PALABRAS Y

EL ARTE DE HABLAR

INTRODUCCION         

Para poder entrar en el tema tenemos que  ir a la raíz y definir que es ¿la palabra?

Veamos Juan capitulo 1 verso 1  dice lo siguiente:

                                              

En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios

Ahora definamos que significa Verbo para poder entender. En un diccionario común se define como Verbo de la siguiente manera: palabra, vocablo, voz, expresión, término, lengua, conjugación.

Entendiendo ahora que Verbo es igual a Palabra leamos nuevamente Juan 1:1 usando este término, diría entonces así: En el principio era la Palabra y la Palabra era con Dios y la Palabra era Dios.

Veamos ahora Juan capitulo 1 verso 14 dice lo siguiente:

                                                               

Y aquel Verbo fue hecho carne y habito entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Si hacemos el mismo ejercicio y sustituimos Verbo por Palabra diría entonces así: 

Y la Palabra fue hecha carne y hábito entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Podemos entender claramente con esto que  Jesús fue quien habito entre nosotros como el unigénito del Padre, es decir q la Palabra era el mismo Jesús, uno con Dios desde el principio. Si nos vamos nuevamente a Juan capitulo 1 verso 1 y cambiamos ahora Verbo y Palabra por Jesús diría entonces así: 

En el principio era Jesús y Jesús era con Dios, y Jesús era Dios.

EL PODER DE LAS PALABRAS Y

EL ARTE DE HABLAR

En el mundo mucho se habla y se enseña sobre el poder de la mente, que con la mente lo atraes todo, que todo está en él mente, etc, etc, pero muy poco se enseña sobre el poder de las palabras. Esto fue algo que aprendí en mi caminar con Dios, en mi proceso de crecimiento espiritual. Algo que por mucho tiempo desconocí e ignoraba por completo, pues siempre creí que en la mente estaba todo, hasta que la Verdad me hizo libre. Por eso en esta oportunidad quiero compartirles este pequeño estudio sobre EL PODER DE LAS PALABRAS. 

Todas las personas nos expresamos a través de las palabras, ya sea de forma oral o escrita, cada una según su idioma, lenguaje, cultura, etc. Unos hablamos más que otros, como es el caso de las mujeres. ¿Pero entre tantas miles de palabras que podemos pronunciar al día, cuántas de ellas son buenas? No se trata de cuántas groserías u ofensas digas, muchas veces estamos maldiciendo e incluso condenándonos a nosotros mismos sin ni siquiera decir una sola grosería. Es por esto la importancia de conocer el poder que hay en las palabras y como juegan un papel predominante en nuestras vidas.

El libro de Proverbios particularmente es uno de los libros que más habla y enseña sobre el poder de nuestras palabras. Para comenzar desglosando el tema iré explicando el significado de cada uno de los siguientes versos que nos muestra referente a esto:

Prov 6:2 “TE HAS ENLAZADO CON LAS PALABRAS DE TU BOCA, Y HAS QUEDADO PRESO EN LOS DICHOS DE TUS LABIOS”. 

La palabra enlazar significa atar. Es decir cuando pronunciamos algo con nuestra boca, nos atamos a eso que declaramos, sea bueno o malo. Estar atados a una palabra es como estar preso a eso que decimos, en otras palabras condenado.

Por ejemplo:

(Con esta situación del país mi destino es ser pobre toda la vida) 

¡Nunca te olvidaré!

¡No sirves para nada! 

¡Eres un bruto!

Etc, etc, etc...

Cuando hacemos este tipo de confesiones que son tantas, espiritualmente estamos enviando una orden, es como si en el mundo espiritual están apuntando todo lo que decimos para luego ser manifestado en lo natural – terrenal. Y todo comienza cuando soltamos alguna palabra.

Mateo 16:19 dice: y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.

He escuchado de casos de personas que han sido marcadas por ciertas palabras.

Una madre le repetía constantemente a su hijo que sería un mendigo sino estudiaba, tanto fue que al pasar el tiempo ese hijo terminó en la calle.

Otro caso fue el de una pareja, donde el hombre dijo que aquella mujer era la única con la que quería tener hijos. Al tiempo aquella relación termino y aquel hombre al establecer una nueva relación con otra mujer, deseaba tener hijos y no lo conseguía, hasta que recordó aquella palabra con la que se ató y decidió romper con ella, liberándose de ese lazo que lo ataba. Y así hay muchos casos en los que sin saber, incluso sin recordar, muchos nos atamos.

Muchas de estas cosas ocurren porque casi siempre y la gran mayoría de las personas, somos muy ligeros al hablar y poco pensamos antes de hablar.

Gálatas 5:9 “UN POCO DE LEVADURA, LEUDA TODA LA MASA”. 

Todo aquello que añadamos sea poco o mucho en su momento termina haciendo el efecto de la levadura. 

Prov 10:11 “EN LAS MUCHAS PALABRAS NO FALTA PECADO; MÁS EL QUE REFRENA SUS LABIOS ES PRUDENTE”. 

Esto es en el caso de hablar y cómo dicen coloquialmente soltar sapos y culebras por la boca, haciendo esto caemos en el pecado de ofender y herir muchas veces con tan solo hablar cualquier cantidad de cosas. Más aquel que es sabio y conoce el daño que una palabra puede ocasionar, calla. 

Prov 12:14 “EL HOMBRE SERÁ SACIADO DE BIEN DEL FRUTO DE SU BOCA....” 

Prov 18:20 “DEL FRUTO DE LA BOCA DEL HOMBRE SE LLENARA SU VIENTRE; SE SACIARÁ DEL PRODUCTO DE SUS LABIOS”.

Aquello que declaras, confiesas, es el fruto de lo que obtendrás.

Prov 12:18 “HAY HOMBRES CUYAS PALABRAS SON COMO GOLPES DE ESPADA, MÁS LA LENGUA DE LOS SABIOS ES MEDICINA”. 

Prov 12:25 “LA CONGOJA EN EL CORAZÓN DEL HOMBRE LO ABATE; MÁS LA BUENA PALABRA LO ALEGRA”.

Con tus palabras puedes destruir, como también sanar, alentar y construir.

Prov 15:1 “LA BLANDA RESPUESTA QUITA LA IRA; MÁS LA PALABRA ÁSPERA HACE SUBIR EL FUROR”. 

Prov 15:2 “LA LENGUA DE LOS SABIOS DESTILA CONOCIMIENTO; LA BOCA DE LOS NECIOS ESCUPE NECEDADES”.

Prov 15:4 “LA LENGUA QUE BRINDA CONSUELO ES ÁRBOL DE VIDA; LA LENGUA INSIDIOSA DEPRIME EL ESPÍRITU”.

Imagínate, estar envuelto en una discusión y como quien dice seguir echándole leña al fuego, ¿en qué crees que terminara eso? Seguro que en un gran problema. Si por el contrario aplicas responder diferente, con calma, palabras sabias, de seguro cambiaras el panorama. 

Comienzas a optar por animar, en lugar de desanimar.

Prov 16:13 “EL REY SE COMPLACE EN LOS LABIOS HONESTOS; APRECIA A QUIEN HABLA CON LA VERDAD”. 

Hablar palabras de bien, de verdad, honestas siempre inspirará confianza y te hará codear con gente importante.

Prov 16:24 “PANAL DE MIEL SON LAS PALABRAS AMABLES, ENDULZAN LA VIDA Y DAN SALUD AL CUERPO”. 

Una vez más tus palabras tienen el poder de sanar. 

Prov 17:27 “EL QUE AHORRA SUS PALABRAS TIENE SABIDURÍA...”

Prov 17:28 “AÚN EL NECIO, CUANDO CALLA, ES CONTADO POR SABIO; EL QUE CIERRA SUS LABIOS ES ENTENDIDO”.

Prov 21:23 “EL QUE REFRENA SU BOCA Y SU LENGUA SE LIBRA DE MUCHAS ANGUSTIAS”. 

En ocasiones es preferible callar antes de cometer un error del que después tengamos que arrepentirnos. 

Prov 18:6 “LOS LABIOS DEL NECIO SON CAUSA DE CONTIENDA; SU BOCA INCITA A LA RIÑA”.

Prov 18:7 “LA BOCA DEL NECIO ES SU PERDICIÓN Y SUS LABIOS SON LAZOS PARA SU ALMA”. 

El que no mide sus palabras a sí mismo se condena. 

Prov 18:21 “EN LA LENGUA HAY PODER DE VIDA Y MUERTE...”

Este último verso del libro de Proverbios que habla referente al tema, lo resume todo. Nos dice claramente que en nuestra lengua “PALABRAS” hay “PODER” para dar “VIDA” como “MUERTE”. Para edificar, como para destruir, para sanar, como para herir, para animar, como para deprimir, para dar esperanza, como para abatir.

 ¡EN NUESTRAS PALABRAS HAY PODER!

                                                              

                                                                    

En la epístola de Santiago nos habla todo un capítulo sobre la lengua, verdaderamente impresionante. Santiago capítulo 3 específicamente a partir del verso 3 al 12 dice así:

La lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

Es una tremenda exhortación que nos enseñan aquí estos pasajes bíblicos. Una de las cosas más resaltantes que menciona es sobre bendecir y maldecir.

El significado de ambas palabras es el siguiente: 

                                                      

Bendecir no es solo dar la bendición del Padre o desearle bien a alguien, más allá de eso es hablar bien, como la palabra lo dice significa también etimológicamente: bien-decir, buen-hablar. Quiere decir que cuando hablamos bien de alguna persona, o de nosotros mismos, de forma positiva, estamos bendiciendo con nuestras palabras.

De igual manera Maldecir no solo es desearle el mal a alguien, significa también etimológicamente: mal-decir, mal-hablar. Es decir que también cuando hablamos mal de una persona o de nosotros mismos, o de forma negativa estamos maldiciendo, sin ni siquiera mencionar esa palabra.

Lucas 6:45 dice: El hombre bueno del buen tesoro de su corazón saca lo bueno, y el hombre malo del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

                                  

¿Qué te has estado diciendo por mucho tiempo o que le has estado diciendo a muchas personas? ¿Has estado echando bendiciones o maldiciones sobre tu vida y la de otros? 

Todas ellas sean de bendición o maldición tienen una efecto tremendo en nuestras vidas, porque todo primero se forma en lo espiritual para luego dar vida en lo natural.

                            

Mateo 15:11 dice: No lo que entra en la boca contamina al hombre, más lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.

                                                                                                                               

¿Que ha salido de tu boca, que te ha estado contaminando? 

Podemos ver ejemplos en la vida de muchas personas, que viven metidas en problemas, que siempre les va mal, o quizás viven enfermas, de seguro es porque su estilo de vida es completamente negativo y todo lo que sale de su boca es totalmente pesimista. 

Se dicen así mismos: - es que no salgo de una, a mí siempre me va mal, vivo enferma, nadie me quiere -, y  un sinfín de cosas más. ¿Por qué  creen q esto les sucede repetitivamente? Porque simplemente es lo que han declarado sobre sí mismos.

Al contrario de una persona totalmente positiva que siempre tiene palabras de ánimo, aliento y fortaleza y arrebata el éxito a su vida. Indiscutiblemente le ira siempre bien.

Jesús siempre estaba animándonos, sus palabras siempre fueron alentadoras, nunca hubo palabra de derrota o fracaso en su boca. 

Comienza por sustituir esas palabras negativas por palabras de fe. Proclama las promesas de Dios, confiésalas y aprópiate de ellas. Que tu lenguaje sea de reino: - todo lo puedo en Cristo, todo me ayuda a bien, soy más que vencedor- . 

Dios nuestro Padre, Creador de todas las cosas, hizo todo con la palabra, el daba una orden a través de una palabra que soltaba y las cosas eran hechas. Cuando Jesús estuvo en su paso por la tierra también sucedió así, Jesucristo enviaba o daba una palabra y las cosas eran hechas. 

Pero cabe destacar que aunque en nuestras palabras haya poder, esto no funciona como una [varita mágica o como un mantra], que por el hecho de que las repitamos miles de veces ese algo va a pasar. Así no funciona la fe. Claro está que todo ocurre bajo la perfecta voluntad de Dios, solo que ahora con este conocimiento aprendemos a hablar. 

                                                                                                                   

Saber hablar definitivamente es un arte, y no se trata de cuántas palabras bonitas digamos, sino de aprender a hablar las palabras correctas, saber expresarnos.

Muchas de las cosas que nos han pasado, que tenemos o somos, son la respuesta de alguna palabra.  Por tal razón debemos ser sumamente cuidadosos al momento de hablar, quizás al principio nos resulte un tanto fastidioso, pero con practica se volverá un nuevo habito en nuestras vidas. 

Podemos lograr tantas cosas y evitar tantas cosas, con tan solo aprender a hablar.

¡Cambiemos nuestra forma de hablar e increíblemente cambiara nuestra forma de vivir!

AUTORIA ORIGINAL: SHAYSIU GARCÍA 

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