La decisión más importante de tu
vida después de aceptar a Cristo en tu corazón, como tu único y suficiente
Salvador, es
escoger con quien te casaras. Esto
lo escuche por primera vez al pastor colombiano José Ordoñez en su participación en uno de los congresos
en Mérida-Venezuela. De allí el tema me llamo mucho la atención, como todo lo
que tiene que ver en relación a la familia. Desde entonces comencé a leer
libros relacionados con el tema entre ellos Enamórate
Bien del pastor Mike Tucker de Texas, además de escuchar diversas
predicas, de distintos pastores entre ellos Cash
Luna de Guatemala. Hice
entonces una recopilación de todo lo que me quedo en la mente y saque mi propia
conclusión, la cual les quiero compartir.
Que importante decisión es
escoger sabiamente a la persona con la que se supone que pasaras el resto de tu
vida y muchas veces esta, se toma a la ligera. Apenas tomando en cuenta cosas
superficiales de la persona escogida, sin profundizar, ni ver más allá, si será
la persona correcta o no.
Estar enamorado no es suficiente razón.
Podemos sin querer, queriendo, estar enamorados de una mala persona, de un mal
hombre o una mala mujer. Pero
solo el amor no es suficiente razón. Se
imaginan casarse con una persona que tiene muchas conductas inadecuadas
(adicciones, codependencia, traumas, enfermedades psicológicas) y un sinfín de
defectos, solo porque lo amas? Esto
sería condenarte a ti mismo a vivir en un propio infierno. Es cierto que nadie es perfecto, pero
hay cosas con las que podemos lidiar y otras que sencillamente no debemos
aceptar, por nuestro propio bien.
Muchas personas se conforman o les
basta con que le guste (atracción física), con que las hagan sentir bien y con
que sea reciproco el amor. Estas
de verdad son personas con expectativas muy bajas. Que a la larga sufren
grandes consecuencias. No
es que vas a esperar al hombre o a la mujer perfecta, porque entonces tú espera
seria en vano, ya que sabemos que ninguno lo somos. Pero si debes fijarte en
ciertas cosas que harán que tu matrimonio tenga éxito y sea mucho más fácil y
llevadero.
El noviazgo…
El noviazgo es precisamente para
eso, para conocer quién es la persona con la que existe una gran probabilidad
de formar una familia. Sé que dirán algo muy común que hemos escuchado por mucho
tiempo y es que nunca
terminas de conocer a la persona, hasta que te casas. Los ya esposos dirán que eso es
cierto, pero también es bien cierto que gran
parte lo conoces en el transcurso del noviazgo, al menos lo suficiente como
para determinar si es la persona idónea o no. Es decir el noviazgo es el preámbulo a
lo que será tu matrimonio.
Aunque existen los casos en que ni
siquiera hubo esa antesala, es decir el tiempo suficiente para conocer un tanto
a la persona, porque hay cosas que se adelantaron, como un embarazo no
planificado que es el más común o una decisión precipitada incitada por el
deseo del momento. En estos casos no se puede hacer mucho, ya la decisión fue
tomada y casi que es tarde para un arrepentimiento.
Del noviazgo al matrimonio…
Importante tomar en cuenta, que la
persona, hombre o mujer, te
respete, te honre, te
valore, le preocupe tu bienestar, sea
comprometido, responsable, fiel,
leal, sincero, honesto, colaborador, luchador, comprensivo, emprendedor, trabajador, detallista, atento, confiable, expresivo, comunicativo, romántico,
cariñoso, visionario,
ahorrativo, misericordioso, generoso,
hogareño y un sinfín de valores y virtudes que aunque parecen triviales y más
de lo mismo, son sumamente importantes. Es casi seguro que la persona no las
tendrá todas, pero hay muchas que se pueden dejar pasar y cultivar en el
camino, mientras que otras son meramente transcendentales.
Si por el contrario, la persona,
hombre o mujer, es un holgazán,
sin metas ni aspiraciones, infiel,
mentiroso, indeciso,
inseguro, iracundo, falta
de respeto, manipulador, abusador,
traicionero, controlador,
por nombrar tan solo algunas, pero que son suficientes para descartar a una
persona.
Tan sencillo como que a una persona
no la cambia un documento, ni un anillo en la mano. Eso es totalmente falso. Es ilusorio creer que
podrá ser así en el matrimonio. Es engañarse uno mismo.
Es cierto que las personas pueden
cambiar y mejorar y más aun, si son nacidas de nuevo en el Señor. Pero es
bastante probable que si una persona te miente con frecuencia durante el
noviazgo, lo hará también después de casados, si la persona te ha sido infiel
estando de novios, es casi seguro que también lo hará de casados, si la persona
te controla y domina por completo de manera excesiva, de la misma forma
sucederá estando casados, si la persona con frecuencia abusa de manera verbal o
física durante el pre matrimonio, pues también lo hará una vez casados.
Eso es lo que sucede. Es verdad que
todas las relaciones tienen problemas, pero hay cosas mayores que podemos
evitar si tomamos decisiones sabias a tiempo. Hay cosas que simplemente no
podemos aceptar, ni ser participes de ellas.
Debemos ser lo suficientemente
fuertes y determinantes para ponerle fin a relaciones enfermizas y dañinas,
donde son más los momentos de dolor y tragedia que los de alegría y felicidad.
No te detengas por la presión social
o espiritual que puedas tener, porque también sucede que no cortas con esas
relaciones por el que dirán o porque en tu iglesia o hasta tu misma familia te
obligan a que esa es la persona con la que te debes casar. Tampoco sientas
temor de dejar a la persona incorrecta por compasión, por miedo de quedarte
solo/a, o por simple costumbre. Si algo no camina bien en el noviazgo,
difícilmente caminara bien en el matrimonio.
En el noviazgo aun estas a tiempo de
ponerle FIN a esa relación que no tiene buen
futuro. En el
matrimonio ya será demasiado tarde.
No importa cuántas veces te
equivoques, hasta que estés seguro de que has encontrado a la persona idónea
para formar una familia. Se inteligente se trata de tu vida, de tu futuro. La
opinión de tus padres y personas con mayor experiencia también cuenta y te
puede servir de mucho, escucha a otras personas sabias que puedan darte buenos
consejos. Y por sobretodo,
busca la guía de Dios, pídele
al Señor sabiduría y revelación para que te muestre y te ponga en el camino del
hombre o la mujer que tiene predestinada para ti.
Recuerda que
Dios siempre quiere darte más de lo que tú esperas, sus pensamientos son más
altos y sus planes son mil veces mejores.
No te
conformes con cualquier cosa, Dios quiere darte lo MEJOR!
Espera en Dios.
AUTORIA ORIGINAL:
SHAYSIU GARCÍA
IMÁGENES:
INTERNET - LIBRO.
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