En una ocasión, me encontraba en la sala de espera de un
consultorio, junto con otros pacientes que esperaban por ser atendidos también.
Típico que en una fila, o en algún lugar mientras esperas por algo, converses
con las personas que allí se encuentran. Así comenzó una conversación sobre los
padres e hijos, un tema general sobre la familia. El señor que inicio la
conversación dijo que en ningún lado enseñaban a ser padres, que no existía una
escuela que te enseñara a serlo.
Su comentario llamó mi atención. Tal vez esté en lo cierto en cuanto a que no exista una escuela para padres, pero sí existe un manual que tanto a ese padre, como a muchos, puede guiar a una buena educación de los hijos. Ese manual es la Biblia, la palabra instruida por Dios. Tal vez tú como madre o padre, desconoces esto, quizás piensas que como es la Biblia, se trata solo de Dios. Pero lo que tal vez no sabes es que en ella puedes encontrar diversos temas de todo lo que conforma la vida. Dios que te creó, conoce exactamente cada área y aspecto de tu vida y desea guiarte en cada una de ellas.
Tu posición como padre
Como padre, te encuentras en una posición difícil muchas veces. En tu mayor esfuerzo por ser el mejor, quieres darle todo lo que tuviste y hasta lo que no. Buscas complacerlos en todo cuanto puedes. Y por amor hasta le perdonas y dejas pasar algunas malcriadeces, incluso ofensas. El perdonar está bien, pero ¿Hasta qué punto estas dejando pasar las necedades de tu hijo? ¿Te has vuelto cómplice de sus malas actitudes? ¿Sabes decir que no en algunos casos o tu hijo te chantajea fácilmente?
Si bien es cierto, tratar de corregirlos y disciplinarlos no es nada fácil. Sin embargo el libro de Proverbios en específico, aconseja a los padres a hacerlo cuando sea conveniente. Algunos de esos versos dicen lo siguiente:
No corregir al hijo es no quererlo, amarlo es disciplinarlo. (Prov. 13:24).
Corrige a tu hijo mientras aun hay esperanza; no te hagas cómplice de su conducta. (Prov. 19:18).
Disciplina a tu hijo, y te traerá tranquilidad; te dará muchas
satisfacciones. (Prov. 29:17).
Vemos la importancia de la disciplina y la corrección. Te daré un
par de consejos de cómo puedes hacerlo fácil, con amor y sin temor alguno de
lastimarlos:
· Situación:
Lucia no se porto muy bien durante toda la semana y para colmo te levanto la
voz en varias oportunidades. ¿Dejaras pasar esa conducta? ¿Te parece que no es
para tanto? Si decides corregirla a tiempo, evitaras que más adelante y
seguidamente, te falte el respeto.
No más justificaciones
El decir que nadie enseña a ser padres, es solo una excusa. Nunca es tarde para aprender y mejorar. Y además de la biblia, hoy en día contamos con diversos organismos que enseñan a los padres, dictan talleres, hacen congresos, además de revistas y paginas como estas, donde la mayor misión es orientarte y poder ayudarte en tu familia.
Basta tener un hijo, para convertirte en mamá o papá. Pero no es lo mismo, ser un PAPÁ BUENO, que un BUEN PADRE!
Su comentario llamó mi atención. Tal vez esté en lo cierto en cuanto a que no exista una escuela para padres, pero sí existe un manual que tanto a ese padre, como a muchos, puede guiar a una buena educación de los hijos. Ese manual es la Biblia, la palabra instruida por Dios. Tal vez tú como madre o padre, desconoces esto, quizás piensas que como es la Biblia, se trata solo de Dios. Pero lo que tal vez no sabes es que en ella puedes encontrar diversos temas de todo lo que conforma la vida. Dios que te creó, conoce exactamente cada área y aspecto de tu vida y desea guiarte en cada una de ellas.
Como padre, te encuentras en una posición difícil muchas veces. En tu mayor esfuerzo por ser el mejor, quieres darle todo lo que tuviste y hasta lo que no. Buscas complacerlos en todo cuanto puedes. Y por amor hasta le perdonas y dejas pasar algunas malcriadeces, incluso ofensas. El perdonar está bien, pero ¿Hasta qué punto estas dejando pasar las necedades de tu hijo? ¿Te has vuelto cómplice de sus malas actitudes? ¿Sabes decir que no en algunos casos o tu hijo te chantajea fácilmente?
Si bien es cierto, tratar de corregirlos y disciplinarlos no es nada fácil. Sin embargo el libro de Proverbios en específico, aconseja a los padres a hacerlo cuando sea conveniente. Algunos de esos versos dicen lo siguiente:
No corregir al hijo es no quererlo, amarlo es disciplinarlo. (Prov. 13:24).
Corrige a tu hijo mientras aun hay esperanza; no te hagas cómplice de su conducta. (Prov. 19:18).
· Consejo:
Podrías suspenderle la visita de sus amigas por un tiempo estipulado. Estoy
segura que a lucia no le quedaran más ganas de alzarte la voz.
· Situación:
Damián tuvo una actitud agresiva en el colegio, golpeo a un compañero y además
su enojo lo pago con las matas del jardín, que nada tenían que ver con lo
sucedido. El justifica sus acciones con razones suficientes. Pero ¿tú que harás
en medio de esa situación? Cual sea la razón que haya tenido Damián, nada
justifica actuar así y aunque puede ser una actitud común en los jóvenes,
corregirla a tiempo te evitara futuros dolores de cabeza.
· Consejo:
Podrías eliminarle las salidas de los próximos fines de semanas. Seguramente
Damián no querrá pasar el resto de los mismos sin salir de casa.
Los casos antes
mencionados son situaciones comunes que viven los padres y tal vez nunca antes
le habías dado tanta importancia, porque aparentemente no son escenarios tan
graves. Pero sea cual sea tu caso, déjame
decirte, que si no los corriges a tiempo, tal vez llegara el momento en que sea
demasiado tarde. Disciplinar a los hijos, no te hace un mal padre, por el
contrario, demuestras amor, preocupación e interés, aunque tus hijos, por
ahora, no lo entiendan.
La
reprensión en ocasiones es necesaria, para evitar malas conductas y también
graves consecuencias en el futuro de ellos. No tengas temor de corregirlos y
disciplinarlos, siempre y cuando lo hagas con amor. A la larga, estoy segura
que ellos mismos te lo agradecerán. La garantía de la disciplina es que hará de
tus hijos personas ordenadas, sensatas, obedientes y más maduras. Ojo: tampoco
caigas en el extremo de convertir tu casa en un régimen militar. Debes ser
flexible.
El decir que nadie enseña a ser padres, es solo una excusa. Nunca es tarde para aprender y mejorar. Y además de la biblia, hoy en día contamos con diversos organismos que enseñan a los padres, dictan talleres, hacen congresos, además de revistas y paginas como estas, donde la mayor misión es orientarte y poder ayudarte en tu familia.
Basta tener un hijo, para convertirte en mamá o papá. Pero no es lo mismo, ser un PAPÁ BUENO, que un BUEN PADRE!
AUTORIA ORIGINAL: SHAYSIU GARCÍA
IMÁGENES: INTERNET
Comentarios
Publicar un comentario