Seguramente en la proximidad de la
semana mayor, conocida como la semana santa, hagas un espacio en tu agenda,
para ir unos días a la iglesia. Pero, debes saber la importancia de ir con tu
familia a la iglesia, no solo en estas fechas, sino siempre.
Ya bastante tienes con las ocupaciones
diarias y cargas familiares, como para también sacar un tiempo todas las
semanas, para ir a la casa de Dios. Entre los argumentos más justificables,
seguro, has mencionado alguna vez, uno de estos:
·
Yo creo en Dios y lo amo y no necesito estar metida en una
iglesia todas las semanas para que él lo sepa.
·
Yo mantengo mi comunión e intimidad con Dios en mi casa y en
todas partes, además todos los días leo una porción de la palabra.
·
Yo le alabó y le adoro en donde me encuentre, constantemente
glorifico su nombre.
·
Los que están en las iglesias ya están salvos, allí en cuatro
paredes no hacemos nada, hay que salir y hablarle al que está en la calle.
(Irónicamente los que dicen esto, ni van a la iglesia, ni salvan a los que
están perdidos en el mundo).
Para todo se tiene un argumento
justificable y en este caso, estos son los más comunes, a la hora de dar una
razón, para evadir el compromiso con Dios, de asistir a su casa.
¿Pero
porque es tan importante ir a la Iglesia (Congregación, misa, culto, servicio)?
Como sea que le llames.
No solo de pan vivirá el hombre, sino
de toda palabra que sale de la boca de Dios. Estas fueron las palabras que dijo
Jesús, en una de las veces que satanás lo había tentado. Este verso se refiere,
a que así como nuestro cuerpo físico, necesita alimento sólido para subsistir,
también necesita el alimento espiritual que te librara de las batallas del
enemigo. Nuestra naturaleza humana, está constituida por tres partes que forman
al ser: cuerpo, alma y espíritu. Como ya bien dije, el cuerpo es alimentado a
través de la comida, el ejercicio; el alma es alimentada a través de las
emociones, sentimientos, conocimientos, entre otros. Pero el espíritu solo
puede ser alimentado, lleno, saciado, a través de Dios, que coloco esa porción
en nosotros, que procedía de él. Ninguna otra cosa en la vida, puede llenar esa
parte de nuestro ser, que no sea Dios.
Es por eso, que existen tantas personas
con vacíos en sus vidas, aun, cuando lo tienen todo y han logrado un gran éxito
en sus vidas, siempre tienen un área que no acaba por ser satisfecha. Y es
precisamente, porque se enfocan más en las cosas superficiales y descuidan la
parte más importante, el espíritu. Es decir tienen el cuerpo y el alma gorditos,
pero en su espíritu, están desnutridos.
Hacer todas aquellas cosas que nombre
al principio, son validas. Es necesario e importante también, que mantengas tu
comunión personal con Dios, que donde quiera que estés puedas tener una actitud
de adoración y gratitud hacia el Padre. Pero el templo (iglesia, santuario) es
el lugar que escogió Dios para hacer habitar su
presencia. Frecuentarlo, te llenara de su paz, gozo y nuevas fuerzas.
Te revestirá de su poder y gracia.
Además, te ejercitara, te preparara, te formara y te llenara de herramientas,
para salir al mundo y poder enfrentar todas las situaciones adversas con las
que te puedes encontrar.
Una persona que no va a la iglesia, es
como aquel, que no va al gimnasio, no va a tener la misma fuerza (fe,
esperanza), que aquel que si va y está constantemente entrenando su espíritu.
Te motivo a que lo hagas parte de tu rutina y más temprano que tarde, veras el
cambio en ti y en tu familia.
AUTORIA ORIGINAL: SHAYSIU GARCÍA
IMÁGENES: DC.
Comentarios
Publicar un comentario